lunes, 30 de noviembre de 2009

OTRA MENCION

Certamen Nacional de poesía "Hugo Mandón 2009"
de la Soc. Argentina de Escritores (SADE) sección Santa Fé

LAS SOBRAS

Lo que queda del día
el último sorbo de la copa/ los restos en el plato de comida
Lo que pasó de moda
el pañuelo manchado/ la raída camisa
lo que ha quedado chico/ lo que nadie usaría
Un pasaje caduco/ el diario del miércoles pasado
algún minuto
por ahí/ a las perdidas
El frasco sin remedio/ una bala servida
la cita con apuro/ sonrisa de mentiras
el pago de la alcoba/ por unas pocas horas

Las bolsas que se sacan en vigilia.

No tesoros/ ni diplomas/ ni limosnas
lo que se quiere dar/ sin pensar y sin bulla
el descarte/ la basura
de eso ya tengo suficiente
de eso me sobra.

Agradecida y emocionada, recibo el premio de la afectuosa gente de la SADE de Santa Fe

lunes, 26 de octubre de 2009

ELLAS

ALEJANDRA PIZARNIK
EN ESTA NOCHE, EN ESTE MUNDO

A Martha Isabel Moia

en esta noche en este mundo
las palabras del sueño de la infancia de la muerte
nunca es eso lo que uno quiere decir
la lengua natal castra
la lengua es un órgano de conocimiento
del fracaso de todo poema
castrado por su propia lengua
que es el órgano de la re-creación
del re-conocimiento
pero no el de la resurrección
de algo a modo de negación
de mi horizonte de maldoror con su perro
y nada es promesa
entre lo decible
que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio
sólo que el silencio no existe
no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?
en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible
sombras
recintos viscosos donde se oculta
la piedra de la locura
corredores negros
los he recorrido todos
¡oh quédate un poco más entre nosotros!
mi persona está herida
mi primera persona del singular
escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo
lo imposible
¡oh quédate un poco más entre nosotros!
los deterioros de las palabras
deshabitando el palacio del lenguaje
el conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
oh mis muertos
me los comí me atraganté
no puedo más de no poder más
palabras embozadas
todo se desliza
hacia la negra licuefacción
y el perro de maldoror
en esta noche en este mundo
donde todo es posible
salvo
el poema
hablo
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
el que no sirva ni para
ser inservible
ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo

OLGA OROZCO
EN LA BRISA, UN MOMENTO


—¡Ya se fue! ¡Ya se fue!—se queja la torcaza.
Y el lamento se expande de hoja en hoja,
de temblor en temblor, de transparencia en transparencia,
hasta envolver en negra desolación el plumaje del mundo.
—¡Ya se fue! ¡Ya se fue!—como si yo no viera.
Y me pregunto ahora cómo hacer para mirar de nuevo una torcaza,
para volver a ver una bahía, una columna, el fuego, el humo de la sopa,
sin que tus ojos me aseguren la consistencia de su aparición,
sin que tu mano me confirme la mía.
Será como mirar apenas los reflejos de un espejo ladrón,
imágenes saqueadas desde las maquinarias del abismo,
opacas, andrajosas, miserables.
¿Y qué será tu almohada, y qué será tu silla,
y qué serán tus ropas, y hasta mi lecho a solas, si me animo?
Posesiones de arena,
sólo silencio y llagas sobre la majestad de la distancia.
Ah, si pudiera encontrar en las paredes blancas de la hora más cruel
esa larga fisura por donde te fuiste,
ese tajo que atravesó el pasado y cortó el porvenir,
acaso nos veríamos más desnudos que nunca, como después del paraíso que perdimos,
y hasta quizás podríamos nombrarnos con los últimos nombres,
esos que solamente Dios conoce,
y descubrir los pliegues ignorados de nuestra propia historia
cubriendo las respuestas que callamos,
incrustadas tal vez como piedras preciosas en el fondo del alma.
Todo lo que ya es patrimonio de sombras o de nadie.
Pero acá sólo encuentro en mitad de mi pecho
esta desgarradura insoportable cuyos bordes se entreabren
y muestran arrasados todos los escenarios donde tú eres el rey
-un instantáneo calco del que fuiste, un relámpago apenas-
bajo la rotación del infinito derrumbe de los cielos.
Fuera de mí la nube dice “No”, el viento dice “No”, las ramas dicen “No”,
y hasta la tierra entera que te alberga,
esa tierra dispersa que ahora es sólo una alrededor de ti,
se aleja cuando llamo.
¿Cómo saber entonces dónde estás en este desmedido, insaciable universo,
donde la historia se confunde y los tiempos se mezclan y los lugares se deslizan,
donde los ríos nacen y mueren las estrellas,
y las rosas que me miran en Paestum no son las que nos vieron
sino tal vez las que miró Virgilio?
¿Cómo acertar contigo,
si aun en medio del día instalabas a veces tu silencio nocturno,
inabordable como un dios, ensimismado como un árbol
y tu delgado cuerpo ya te sustraía?
Aléjate, memoria de pared, memoria de cuchara,
memoria de zapato.
No me sirves, memoria, aunque simules este día.
No quiero que me asistas con mosaicos, ni con palacios, ni con catedrales.
Húndete, piedra de la Navicella, junto al cisne de Brujas,
bajo las noches susurradoras de Venecia.
Sopla, viento de Holanda, sobre los campos de temblorosas amapolas,
deshoja los recuerdos, barre los ecos y la lejanía.
No quiero que sea nunca para siempre ni siempre para nunca.
Juguemos a que estamos perdidos otra vez entre los laberintos de un jardín.
Encuéntrame, amor mío, en tu tiempo presente.
Mírame para hoy con tus ojos de miel, de chispas y de claro tabaco.
Sé que a veces de pronto me presencias desde todas partes.
Tal vez poses tu mano lentamente como esta lluvia sobre mi cabeza
o detengas tus pasos junto a mí en pálida visitación conteniendo el aliento.
He conseguido ver el resplandor con que te llevan cuando te persigo;
he aspirado también, señor de las plantaciones y las flores,
el aroma narcótico con que me abrazas desde un rincón vacío de la casa,
y he oído en el pan que cruje a solas el pequeño rumor con que me nombras,
tiernamente, en secreto, con tu nuevo lenguaje.
Lo aprenderé, por más que todo sea un desvarío de lugares hambrientos,
una forma inconclusa del deseo, una alucinación de la nostalgia.
Pero aun así, ¿qué muro es insoluble entre nosotros?
¡Hemos huido juntos tantos años entre las ciénagas y los
tembladerales
delante de las fieras de tu mal
cubriendo la retirada con el sol, con la piel, con trozos de la fiesta,
con pedazos inmensos del esplendor que fuimos,
hasta que te atraparon!
Anudaron tu cuerpo, ya tan leve, al miedo y al azar,
y escarbó en tus tejidos la tiniebla monarca con uñas y con dientes,
mientras dábamos vueltas en la trampa, sin hallar la salida.
La encontraste hacia arriba, y lograste escapar a pura pérdida, de caída en caída.
Aún nos queda el amor:
esa doble moneda para poder pasar a uno y otro lado.
Haz que gire la piedra, que te traiga de nuevo la marea,
aunque sea un instante, nada más que un instante.
Ahora, cuando podrás mirar tan “fijamente el sol como la muerte”,
no querrás apagarlo para mí ni querrás extraviarme detrás de los escombros,
por pequeña que sea mirada desde allá,
aun menos que una nuez, que una brizna de hierba, que unos granos de arena.
Y porque a veces me decías: “Tú hiciste que la luz fuera visible”,
y otra vez descubrimos que la muerte se parece al amor
en que ambos multiplican cada hora y lugar por una misma ausencia,
yo te reclamo ahora en nombre de tu sol y de tu muerte una sola señal,
precisa, inconfundible, fulminante, como el golpe de gracia que parte en dos el muro
y descubre un jardín donde somos posibles todavía,
apenas un instante, nada más que un instante,
tú y yo juntos, debajo de aquel árbol,
copiados por la brisa de un momento cualquiera de la eternidad.

ALFONSINA STORNI
DEJAME


No pensaré otra vez del mismo modo
Déjame andar, déjame andar a curvas.
Contradicción, contradicción es todo

Deja que viva y que el error me doble,
Bello es errar y confesar el yerro;
Virtud que no se prueba no es la noble.

Déjame andar, correr, moverme libre;
Llore, blasfeme, rece, cante, ría,
Sucumba, implore, me desmaye y vibre.

Deja que a mi designio me someta,
Oh tú, feliz, que por las calles pasas…
¡Ya habré de estarme para siempre quieta!

IDEA VILARIÑO
EL ENCUENTRO


Todo es tuyo
por ti
va a tu mano tu oído tu mirada
iba
fue
siempre fue
te busca te buscaba
te buscó antes
siempre
desde la misma noche
en que fui concebida.

Te lloraba al nacer
te aprendía en la escuela
te amaba en los amores de entonces
y en los otros.

Después
todas las cosas
los amigos los libros los fracasos
la angustia los veranos las tareas
enfermedades ocios confidencias
todo estaba marcado
todo iba
encaminado
ciego
rendido
hacia el lugar
donde ibas a pasar
para que lo encontraras
para que lo pisaras.


CLARICE LISPECTOR

Soy hábil en eso de crear teoría. Yo, que vivo empíricamente. Yo dialogo conmigo misma: expongo y me pregunto sobre lo expuesto, expongo y replico, hago preguntas a una audiencia invisible y ésta me anima a proseguir con sus respuestas. Cuando me miro de fuera hacia adentro, soy una corteza de árbol y no el árbol. Yo no sentía placer. Después de recuperar mi contacto conmigo me fecundé y el resultado fue el nacimiento alborotado de un placer en todo diferente a lo que llaman placer

jueves, 17 de septiembre de 2009

MENCION

8º Certamen Internacional de Cuento y Poesía "Junín país 2009"

ATARDECER

Es tarde, se ha hecho tarde para ultimar detalles. Aún no hay estrellas,
apenas se insinúa un resplandor. Blanco e inapelable.
Pronto cantarán los grillos, el rocío impregnará la hierba, callarán los rumores y menguará la tersura del macizo.
Hay que encender las luces, de nada serviría el recuerdo del alba.
En otoño, cuando aclara, ya hay que levantarse.
Bajo la lámpara, el neón marcha con paso desafiante. Indiferente. Al frío, la humedad, si llueve o está en calma.
Obedece. El cuarto lugar que le otorgó el señor, no cambia.
Le pone hora a la partícula que vuela en el desván incauta.

Se ha hecho tarde
un abrigo, por si refresca
un candil, por si hay fantasmas
y un rosario de cuentas…por si acaso.

LA HEMBRA en Barcelona


viernes, 24 de julio de 2009

SE PRESENTO "LA HEMBRA" EN SOCIEDAD


Amigos escritores me acompañaron en la lectura de mis poemas y mi sobrino Fer fue el mejor locutor.

Aquí con mi "tierno" editor.




UNO DE LOS POEMAS DEL LIBRO

AQUI
No hables/no digas nada
el remolino en el que estoy no admite una palabra

dejame en este paraíso
de hongos y flores que arrebatan
Dejalos que me embriaguen
la música de vientos
el susurro en sombra de crisálidas.

Aquí no tengo madre/ni nombre
(no hace falta)
tan solo estar atenta/a este momento
que no conduce a nada y solamente.

Silencio/nadie murmure
el cuerpo no necesita del aliento
(para mecerse)
¿ropaje? innecesario
los relojes no dan el tiempo/para acabarme.

Entonces no me hables
Aquí
en el lugar del desconcierto
sin escucharte empiezo

y un poco también muero.

lunes, 18 de mayo de 2009

Otro día triste

Un llamado trajo la noticia y, al instante, tomados de la mano, los recuerdos formaron una ronda.
Benedetti el de los fogones y el de los hombrecitos grises.
Benedetti a la hora del amor y en el fragor de la trinchera.
Benedetti en la biblioteca y en el colectivo de regreso
Benedetti en la orilla del paisito diciendo adiós con su pañuelo
y el mundo con la pena.

“El dolor se dice callando. Pero me pregunto: ¿qué será de nuestra ciudad, sola de él? ¿qué será de Montevideo, mutilada de él? Y me pregunto: ¿qué será de nosotros, sin su bondad inexplicable?”.Eduardo Galeano (17/05/09).

de Mario Benedetti:

Currículum


El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces usted muere.

NO SE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves
ahora ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

viernes, 8 de mayo de 2009

Asi se presentó en España



POSGRADO 2008

LUNES 19 de mayo a las 19.30 h. (2008)

LECTURAS DRAMATIZADAS

SOBRE POEMAS DEL LIBRO "LA DESCARRIADA" DE LEONOR FARÍAS
DÍA TRAS DÍA/METÁFORA DEL CUERPO/
LO MÍO/¿SUEÑO?/SIGNIFÍCAME
LA DESCARRIADA
En escena: Arnau Armengol, Lindes Farre, Amalia Rodriguez, Ana Berenguer, Mar Serrano, Diana Bello


LA CASONA, Formació i Investigació Teatral de BarcelonaC/ Càceres, 808028 BARCELONATel 93 422 69 22info@lacasona.eshttp://www.lacasona.es/

EL POEMA QUE DA TITULO AL BLOG

LA DESCARRIADA

Porque lleva a cuestas demasiados agostos y se atreve.
Por los hijos que ansió, cuando casi de nietos se trataba
y la sangre le corre desbocada, cuando se espera manso el lago.
Porque la señora respetable desea que le falten el respeto
y su figura escuálida no le cede paso a las formas de los años.
Cuando debiera estar encarrilada, se ríe de las ordenanzas
y temeraria renuncia al abrigado nido.
Por el pecado de desear lo ajeno y la osadía de dormir desnuda.
Por el romanticismo, la utopía, la avidez y la ira.

Fue condenada
(y no le importa)
Sigue la vida, la descarriada
.

Idea Vilariño o la memoria de mañana

Por Juan Gelman

Publicado en EL NUEVO DIARIO
Managua, Nicaragua - Sábado 02 de Mayo de 2009


La muerte de Idea Vilariño este martes, a los 89 años, implica la pérdida de una de las principales poetisas uruguayas, que integró la emblemática “Generación del 45”. En este ensayo de Juan Gelman podrían quedan al descubierto algunas raíces de su poesía


La poesía de Idea Vilariño es única en la lengua castellana por su temblor austero. Y mucho más. Hay quienes la dividen en etapas, pero su voz desde el inicio ha convocado a la memoria y la esperanza. Insiste en el arte de no dejarse morir, ese vértigo que sabe que va a morir. Ha vagado por los arrabales en ruinas del amor para encontrarlo en cada piedra. ¿Con qué comparar esa lealtad a lo que no se sabe y no se puede negar?Su poesía nos deja entrar, pero no salir. No hay trucos ni espejismos, hay espejos. Hace la memoria de mañana y funda un destino en la lengua. No informa, encuentra y logra que el otro participe en el encuentro. Internarse en ella es como tocar en vez de oír o ver “las materias desgarrantes”. Más que comunicación, hay comunión. El otro descubre en ella un espacio ignorado de sí mismo, ya bautizado para siempre con las palabras de Idea que lo develaron. Despierta lo que dormía en cada quien, le abre tierras que no sabía que tenía y por eso no sabía tener. Las inunda empujada por un hambre feroz e inexplicable en movimiento perpetuo. Es decir, tiene confianza en avenidas posibles de infinito.Buscar lo que ha muerto para que no se muera es una ética de la memoria. Es la ética de esta poesía. Es la estética de una escritura impecable que emociona y “hace brotar la fuente de la roca”, como quería Reverdy. Una escritura que sueña y por eso está perfectamente despierta. En la búsqueda de sus vértigos busca a todos y a cada uno de nosotros. ¿Somos sus vértigos? ¿Así le somos? ¿Qué nos mueve esta poesía? No enseña, nos hace ver lo que lo que no está allí. Lleva las palabras a la verdad y nos arrastra a ver el mundo sin nosotros.El fulgor que nace de la cicatriz de sus palabras aleja la desdicha. Es una hazaña del dolor. El envés indeseado y terrible del amor, esa bestia negra que aparece en sus vacíos es derrotada por esta poesía. Mata a esa bestia una desesperación en estado de delirio. ¿No alumbra acaso el dolor del amor? ¿Y qué otro cielo que el amor tiene la poesía? Amor y poesía se dan mutuamente razón de su existencia.¿Y ese extraño misterio de ser en la palabra y ser fuera de de ella al mismo tiempo? ¿Sobre cuánto valor y dignidad esta poesía se levanta? Idea Vilariño da todo sin conservar nada. Esto que algunos llamarían martirio es heroísmo, no el heroico -más supuesto que real- de los campos de batalla, sino el humilde de un hacer que quien lo hace sabe inexpresable. Perseguir la palabra para dar sin pedir.Como toda gran poesía, ésta abre sus puertas nunca dichas. El poeta crea lo que no es, lo saca del vacío donde flota y así da forma a lo que no tiene voz. ¿Pero qué voz es la de Idea? No está rota : es una pese todas las rupturas porque crea otras nuevas y les da palabra. “Nombrar alcanza”, dice. Y nombra con rigor, con una difícil sencillez que entraña el despojo más extremo. Esta poesía es una palabra de hueso a la intemperie, calcinada por los soles del amor y del dolor. ¿O es un único sol?Llama a la palabra más pobre, más escueta, más desprovista de peso material para convertirse en materia ella misma. Materia de belleza. Tiene un no que da fuerza al sí contra la precariedad de la vida y de lo vivo. Crea relaciones desconocidas antes, versos que no se habían escrito nunca. Da de nacer. ¿Sostener la palabra para atravesar el dolor? ¿sostener el dolor para atravesar la palabra? “Verdad habla quien habla sombra”, sabía Paul Celan. “Los abismos me nombran”, dice Idea. Sí. Pero también siega “las mieses que el frío dejó intactas”. “Haberse muerto tanto y que la boca/quiera vivir un poco todavía”, dice. La palabra quiere a esa boca viva. “Este fardo sombrío/que me he echado a la espalda”, dice. ¿Será también la poesía, el demonio de las tradiciones árabes que monta al poeta para obligarlo a decir lo que en la lengua no existe? “El amor… ah, qué rosa, qué rosa verdadera”.Poesía lujosa de silencios cargados de sentido y de otro sentido, es decir, de más poesía. “Hoy me hundo en la nada”, dice. Y de la nada, de lo más deshumano y del “aire más duro”, extrae canto de la lengua para cerrarles el camino. Habla de la vida perdida en “tareas sin luz”. Entonces desgarra las entrañas de la sombra para que la luz entre y las abrigue. Ha quemado “los candores más íntimos”.Esta poesía calla sus palabras para que hablen y pone su cuerpo a lo que va a venir. No existe como territorio sino como tiempo interior y del deseo, atisbo de un mundo que hasta ahora han negado todos los sistemas. “Por qué soportamos esta historia”, esta “basura acumulada de los días”, dice. Los animales del amor tienen prohibido llorar. La poesía de Idea Vilariño da cuenta del enigma. Poesía que convierte a una pequeña habitación en todo el mundo. En este tiempo de la despasión muestra, clara, que sin pasión no hay palabra verdadera. Sólo la palabra sucia de pasión sabe vivir, puede vivir.“Soledad como una sopa amarga”, dice, y se alza contra el discurso del Amo que decreta la inexistencia del Otro. Es un habla de alteridad posible en su imposible, llena de viajes y contradicciones, de ascensos y descensos al infierno personal, que sabe que el otro participa de uno sólo para diferenciarse. Posee tal deseo y fuego de diamante que su mensaje se torna en total ausencia de mensaje para dar en sustancia de palabra ese lugar necesario para que la palabra nazca nuevamente. Cesa el lenguaje para darle paso otra vez. Trae vísceras profundas de la lengua.Gaspara Stampa, la gran poeta italiana del Renacimiento, quería “vivir ardiendo sin sentir el mal”. A Idea Vilariño sólo le fue concedido lo primero.

 
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