LA DESCARRIADA
Porque lleva a cuestas demasiados agostos y se atreve.
Por los hijos que ansió, cuando casi de nietos se trataba
y la sangre le corre desbocada, cuando se espera manso el lago.
Porque la señora respetable desea que le falten el respeto
y su figura escuálida no le cede paso a las formas de los años.
Cuando debiera estar encarrilada, se ríe de las ordenanzas
y temeraria renuncia al abrigado nido.
Por el pecado de desear lo ajeno y la osadía de dormir desnuda.
Por el romanticismo, la utopía, la avidez y la ira.
Fue condenada
(y no le importa)
Sigue la vida, la descarriada.
viernes, 8 de mayo de 2009
EL POEMA QUE DA TITULO AL BLOG
Publicado por Leonor Farías en 9:04
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